El Dr Comic anda medio tristón, y cuando uno anda con la depresión a flor de piel...que tiemblen sus enemigos pues con alguien me tengo que desquitar!
Lamentablemente no cuento con un grueso de enemigos a quienes atacar y los aberrantes seres a los que quería ajustarles cuentas ya me los sacudí en un blog pasado...solo queda entonces ver el futuro con buena cara y seguir adelante, así que en este blog nada de veneno (cosa que no indica que en el próximo blog no vuelva al ataque como nuevo, así como los antihéroes de los cómics es este Doctor).
Era hora de volver al cine, claro que esta vez por otros caminos, quiero hablar un poco de cierto actor que ya nos dejó y que dejó una huella honda en el cine (y hasta en el Cínec)...Marlon Brando
Para los que vieron algunas de sus películas y para los que no, unos breves episodios de la vida de este monstruo de la actuación que se limpió el c...con Hollywood e hizo siempre lo que se vino en gana, todo siempre en aras de demostrar que el carácter y la fuerza son esenciales para mantenerse en medios tan duros y limitantes como el del cine.
Recuerdo a Marlon desde su aparición en “Un tranvía llamado deseo”, y desde ese momento se mantuvo en la imagen del tipo duro, ese que todos quisiéramos ser alguna vez. Brando era temible dentro y fuera del set, no le comía cuento a ningún director y casi siempre trabajar con él era una verdadera pesadilla, por la misma línea trasegó Klaus Kinsky, pero este otro gigante del cine merece blog aparte.
Sus papeles marcaron siempre un hito en la historia del cine, hizo suyos los personajes como si tuvieran vida propia y en muchas ocasiones redefinió las características del rol para darle el peso necesario, ejemplos de ello fueron su interpretación en “El Padrino” o en “Apocalipsis Now”...su sola presencia era impresionante en la pantalla así como lo fue la de Orson Welles años atrás.
Si Marlon no estaba conforme con un trabajo sencillamente lo dejaba y ya, si lo presionaban no trabajaba aunque el director se parara de cabeza (y muchas veces los obligaba a llegar hasta a eso);
Sin embargo, como todo tipo que se muestra duro, Brando en el fondo era un buenazo, no solo se preocupaba por los derechos de sus colegas sino que estaba involucrado en cuanta causa social apareciera, su entrega por los desfavorecidos era igual o mayor que la entrega por la actuación.
De Brando se me queda en la memoria la mejor interpretación breve de la historia como el padre de Kal-el en Superman, una verdadera sorpresa que asumiera este tipo de roles, lo que no sorprende para nada es que lo convirtiera en un personaje inolvidable, así como no sin enconado esfuerzo logró darle peso a su personaje del Dr Moreau en aquella horrenda adaptación de hace pocos años, o llegara al colmo de autocaricaturizarse en la no tan buena “un novato en la mafia”, y digo no tan buena porque es con Mathew Broderick, tal vez uno de los cretinos más grandes de Hollywood.
Últimamente el hijo de Brando ha venido a maltratar el apellido con escándalos peores y más burdos que los del padre, una lástima pues algunos que llegan tarde a la historia del cine tal vez se queden con esa imagen y no alcancen a apreciar la dimensión de lo que vendría a ser el actor por definición...brindo por Brando donde quiera que esté y para cerrar este breve comentario con broche de oro una lista de películas para quien quiera conocer de cerca la capacidad actoral de este, quien debe estar haciéndose de rogar para conceder una entrevista a San Pedro:
- Un tranvía llamado deseo
- Nido de ratas
- El padrino
- Quemada
- Último tango en París
- Apocalipsis Now
- Superman
- Un novato en la mafia
- Don Juan de Marco
- La isla del Dr Moreau
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