Friday, March 02, 2007

Charlie (Q.E.P.D)



14 de Febrero de 2007

Por donde empezar...esta es la primera necrológica que escribo en este blog, es quizás una necesidad natural o intento por mantener la perpetuidad del ser querido. Pero es poco comparado con lo que se merece Charlie.

El pasado 12 de febrero de 2007 tuve la dolorosa necesidad de firmar la autorización de eutanasia para quien fuera casi como un hermano para mi...Charlie, un pequeño perrito peludo de cruce impreciso entre poddle y maltés, un compañero incondicional de múltiples batallas que compartió junto a mí durante la pendejadita de 17 años (más de la mitad de mi vida).

En algún momento de tan doloroso proceso todas las imágenes de Charlie se me vinieron a la mente mientras lo abrazaba en aquella sala antiséptica hasta que el líquido penetrara por sus venas y apagara los latidos de su menguado corazón.

El tropel de imágenes no carecía sin embargo de un orden específico, la primera vez que lo vi era un poco más grande que mi mano, una pequeña e inquieta cosita peluda y negra a la cual parecía que la hubieran sobre alimentado de energía...sus primeros juguetes, sus primeros destrozos caseros, las tiras de papel higiénico que estiraba por toda la casa procedentes del rollo del baño, los zapatos comidos y mascados en lugares imposibles, su enfrentamiento arriesgado contra una rata casi de su tamaño, las largas jornadas echado patas arriba para que le diera el sol y su obsesión casi exclusiva por el consumo de coca-cola.

Pero en este párrafo sería absurdo suponer que se puede contener toda una vida junto a Charlie...detallar todas y cada una de sus anécdotas y de los momentos gratos que me hizo pasar casi necesitan un libro en varios tomos.

Charlie fue un enigma desde el comienzo, bautizado por quienes nos lo regalaron con el ridículo nombre de “Caramelo”, mismo que el despreciaba e incluso ignoraba...en casa decidimos rebautizarlo y el nombre de “Charlie” vino de repente, sin pensarlo mucho, un nombre que los amigos de mamá le achacaban a un homenaje que ella hiciera a Charlie Parker y que mis propios amigos pensaban era atribuido a Charlie García. La verdad es que en últimas ese nombre parece que se lo puso el mismo pues solo fue decírselo una vez para que lo asumiera de inmediato, Charlie a secas, esa fue su identidad de principio a fin.

Se puede decir que llegué a envidiar mucho la posición de Charlie, hasta el final de su vida fue un consentido, nada le faltó, ni comida, ni juguetes, ni placeres...jugó, comió y durmió con la tranquilidad de un príncipe que tiene la certeza de no ser derrocado jamás.

Charlie era goloso y quizás mi mejor y más profundo recuerdo sea que al llegar del colegio me esperaba en la cama para compartir conmigo aquella chocolatina jet que siempre me traía de los descansos a sabiendas de que él jamás despreciaría su porción precedida de un babeo incontenible provocado por el dulce.

Obviamente hubo momentos jartos y a veces siento que le gustaba provocarme y medir mi reacción, pero nunca hubo entre nosotros ni la más mínima expresión de odio o rencor...quizás eso lo hacía tan grande y diferente, que solo una vez haya mordido a alguien en su vida (a una prima que lo asustó con bañarlo). Por que cabe anotar que Charlie fue uno de los más aguerridos enemigos del agua y lograr bañarlo siempre era una proeza...mi mamá puede constatar eso.

Charlie nunca pudo dejar descendencia, esa fue culpa nuestra debido a que tuvimos que castrarlo a los 6 años pues ponía en peligro la eterna virginidad de una perrita de mi tío. Pero esa carencia no le restó un pelo de tonto, por el contrario, se sentía que a partir de ese momento Charlie estaba más atento, más despierto a lo que le rodeaba. Casi no había que decirle nada, su mirada que desafiaba la de los humanos era el lenguaje suficiente para entender y hacerse entender.

Alegaran durante años los científicos con el argumento de que los perros carecen de personalidad y de relativas capacidades intelectuales. Yo por mi parte me río para mis adentros cuando pienso en lo bien estructurada que puede estar la personalidad de un perro si se le brindan las condiciones de amor y afecto para lograrlo. Charlie tal vez nunca llegaría a preguntarse acerca del sí mismo o de la teoría de la relatividad general, pero estaba conciente de su rol como parte de la familia y poseía ese don hermoso de detectar las variantes de ánimo de sus amos y acercarse en el momento en el que más se lo necesitaba.

Hace unos dos años Charlie se autojubiló de sus funciones perriles tales como cuidar la casa o molestarse en saludar a los extraños, Charlie se entregó a vivir su vejez de modo digno y en privado, acumulando achaques de viejito sin incomodar y con la calma aprendida tras años de sibaritismo satisfactorio.

En los últimos meses salió adelante de un par de crisis y demostró que quería seguir viviendo hasta el último gramo de su ser, superó las adversidades y jamás cedió ante la amenaza de una muerte empeñada en querer robarle su derecho de existencia y su felicidad. Pero esta última crisis en verdad lo agotó, lo deterioró pese a su estoicidad y si alguien me preguntara como me sentí en el momento de tomar la decisión final debo confesar que ha sido mi mayor acercamiento al asesinato...Charlie, espero me perdones y entiendas lo doloroso, lo espantoso que fue cortar tu vida...

Charlie vivió plenamente, con intensidad, sin privarse de nada, eso dije al veterinario cuando este me planteaba la opción de la eutanasia. Al ingresar en la sala sabía con certeza que Charlie no merecía ser sometido a un tratamiento para prolongar su existencia si ello implicaba todo un doloroso proceso para él. Charlie no sufrió jamás en su vida y no iba a ser su muerte diferente a ello.

Mi mamá no pudo (no quiso, no hubiera resistido) estar presente y Charlie necesitaba de un ser querido a su lado para irse en paz, esa fue mi segunda prueba de fuego, acompañarlo hasta el fin. Estaba casi ciego por las cataratas y sordo cuando lo rodeé con mis brazos para calmarlo...pero era casi magia sentir su calma al contacto de quien como yo lo quiso tanto. Charlie se relajó en sus últimos momentos, parecía que de repente me oía y veía con claridad...no ladró, ni se sobresaltó sino que se apegó a mi abrazo mientras el líquido invadía su ser y le traía la paz. Fue la muerte más dulce que he visto, pasó de una somnolencia tranquila al sueño eterno sin el más mínimo sufrimiento, su cuerpo se enfrió paulatinamente mientras el veterinario y yo lo envolvíamos en la bolsa plástica y en ese momento lo noté: él ya no estaba allí, el cascarón de su cuerpo ya no lo contenía, ahora era libre.

Después de 17 años el vacío que deja es grande, es inmenso, afortunadamente desde hace año y medio tenemos a nuestro lado a una bella y noble perrita que recogimos de la calle y que le da alegría al hogar...sin ella esto sería un infierno para nosotros...pero ella no ocupa el lugar de Charlie, ella tiene su propio lugar, su propia personalidad. Charlie siempre será el mismo, irreemplazable.

Duele tanto escribir esto, igual o más que cuando firmé tu muerte, pero en últimas, las palabras del veterinario fueron muy ciertas “ojalá los humanos tuviéramos este derecho”, si, estoy de acuerdo, morir con dignidad es un privilegio que hemos entregado a los animales que consideramos inferiores privándonos absurdamente del mismo.

No quisiera languidecer en una convalecencia dolorosa, en un terco intento de mantener la vida cuando esta ha perdido ya todo sentido y alegría...Charlie se apagó en el preciso momento en que su vida había sido vivida con total plenitud, más allá era una verdadera perversión prolongar su agonía...quizás por ello se fue en tal placidez, en total calma, un mar enardecido que alcanzó por fin la orilla y se diluyó en una tímida ola.

Eso del “mejor amigo del hombre” no se quien lo dijo pero de seguro sabía lo que decía.
Adiós o hasta pronto Charlie, mientras que los que te quisimos y cuidamos sigamos aquí tu recuerdo vivirá...y si este blog no es suprimido cuando la hora fatal nos cobije, tal vez, y solo tal vez pueda haberte regalado un trozo de eternidad.

Charlie: 01 de agosto de 1990 – 12 de febrero de 2007
Q. E. P. D

Calvos



Febrero 10 de 2007

La oportunidad la pintan calva y aprovechando el comentario de mi muy buen amigo El Cabo Bardamu voy a realizar a continuación una apología de la calvicie, sin pelos en la lengua y bastante descabellada por demás (no faltarán los detractores que digan que es traída de los pelos).

La calvicie, para alivio de mi muy caro amigo no es en sí una característica flagrante de la edad avanzada, en la actualidad esta deforestación capilar cobija tanto a viejos como a jóvenes y es quizás un tema que requiere un sesudo análisis (sesudo por estar un pelo por delante de quienes gozan de pelo en abundancia).

Como es de suponer, mi análisis parte de la calvicie en la historia del cómic.

Antes que nada debo aclarar que en este asunto tan paradójicamente peliagudo, las diversas compañías de cómics han sabido aprovechar tan aciago malestar masculino para definir la psicología de sus personajes y de la perspectiva socio-cultural que cada una defiende.

Tomaré como referencia la más notable contraposición a partir de las dos más grandes y tradicionales compañías de cómics en EUA: DC y Marvel.

Para DC, la de más arraigo y tradición, la más veterana y purista, el fenómeno de la calvicie se convierte de inmediato en una referencia a la maldad. Como defensores a ultranza del estilo de vida americano, los creativos de DC han mantenido siempre el estándar de que el pelo es un elemento básico para definir al héroe (nótese la enervante recurrencia a mantener el rizo de Superman durante casi siete décadas)

La política Derechista Contumaz(por algo será DC no?) lleva a pensar que si una persona pierde el cabello es por que algo malo se trae en la cabeza y para muestra de ello tenemos unos célebres botones:

En su orden de aparición: Lex Luthor, Brainiac, Siniestro y Darkseid.
Son villanos de grueso calibre en el universo DC y su notable alopecia los llena de un halo macabro y vengativo, incluso, durante la época dorada de los cómics (más o menos de los 30’s a los 50’s) se llegaba a barajar la razón de que Lex odiara a Superman por haber provocado un accidente en el que el científico quedó como bola de billar.

La calvicie pues quedó estigmatizada durante años como el sinónimo del mal, un elemento definitorio del villano más cruel, pues cabe anotar que dentro de los cómics DC los malvados calvos han sido siempre de primera línea, los supremos creadores de la destrucción y el caos.

Con la Marvel cómics ocurre un fenómeno por demás curioso, siendo una compañía surgida en pleno apogeo del hippismo sus tendencias son más de izquierda, más rebeldes y en este tenor, la calvicie fluctúa con mayor tolerancia y reivindicación, ya no como elemento definitorio del mal sino como símbolo de rudeza y si se quiere de respeto.
En su orden de aparición: Profesor X, Kingpin, Ghost Rider y The Thing.
Aquí el hecho de tener poco o ningún pelo en la azotea no es una definición del mal, la gama se extiende y cubre por igual a héroes y villanos, es una alopecia democrática de cierta manera y los calvos lectores ya pueden respirar un poco más tranquilos del estigma socio-cultural.

Pero en últimas, ¿es bueno o malo ser calvito?, la pregunta debe generar incluso temprana caída del cabello en quienes abordan tema tan peliagudo y para abrir el debate y dejar la inquietud es mi deber como futuro miembro de este club sentar posición al respecto.

Quizás haya sido el cine el vehículo más interesante para la reivindicación del calvo, si tomamos en cuenta que esgrimir el cuero cabelludo en brillantes reflejos pueda ser considerado por un grueso público femenino como sinónimo de virilidad y sexapple.

Existen verdaderos íconos de la pelona en actores de la talla de Telly Savalas, Yul Bryner, un tardío Marlon Brando, Ed Harris, etc, tc.

En los diferentes roles que encarnaron o encarnan en sus carreras nunca se ha observado un encasillamiento hacia ser los malos del paseo, es entonces que el asunto calveril deja de ser ni tan preocupante ni tan punitivo como se han empeñado por tanto tiempo en hacernos creer.

Lamentablemente en nuestro país no contamos con una representación digna del gremio ya que gracias a personajes de la talla de “Calvos” Antonio Vélez, Edgar Perea, Yamid Amad, Alfonso López Michelsen y Luis Eduardo Motoa (el tristemente célebre “Calvos” Alberto de Padres e hijos), el asunto de ser calvo cae en desmedro. Sólo nos queda el consuelo de algún Daniel Samper que viene a sacar la cara, mejor dicho la calva, por nuestros pisoteados derechos.

El tiempo dirá pues si el día de mañana seremos perseguidos por hordas enardecidas para ser inmolados en la hoguera debido a nuestra brillante existencia, por lo pronto mi querido Cabo Bardamu sigamos en el empeño de no sentirnos mal y explotemos la erosión capilar al máximo pues en algunos corrillos de féminas he escuchado que lo de la calvicie si parece tener para ellas un componente erótico, así que como dice Rubén Blades: “pa’lante y con fe”...que al menos se diga que no tenemos ni un pelo de tontos.

Palabras feas2

Enero 27 de 2007

Como ya es de dominio público, lo público en el Valle es paradójicamente lo más oculto...pero luego de la manifestación de docentes el pasado viernes las cosas se le han puesto negras al secretarito de educación ...claro que hasta ahora ni con amenazas se ha logrado que esa basura pague lo que nos debe.

Enmarcado en este ya recurrente cuadro corrupto-burocrático, el Doc suspira con su bolsillo lleno de aire y se entrega a un divertimento que lo haga pensar en otra cosa que no solo sea “¿que comeré mañana?”

PALABRAS ABOMINABLES 2:

Va una nueva ronda de aquellas palabras de nuestro bello idioma que sinceramente me caen gordas:

Coadyuvar: A mi se me hace que esta palabra ni existía hace unos 20 años, suena a uno de esos inventos verbales de los gomelos para darse importancia al hablar

Folklore: Lo peor es que ni siquiera se si la escribí bien, esta maldita palabra me ha dado dolores de cabeza desde la infancia, no entiendo aún que carajos hace una “k” entre dos “eles”

Fútbol: No es solo por el mínimo interés que en mi despierta este “apasionante”deporte, sino que además es otro de los bellos engendros que generamos los latinos con las palabras anglosajonas; es decir, que las escribimos tal como suenan (ni que decir de los nombres extranjeros que se les endilgan a los niños en la actualidad...pero ese tema lo tengo reservado para más adelante)

Gonorrea: detesto cuando una palabra es malversada y convertida en insulto por el simple hecho de referir a una enfermedad.

Sarampión: en este caso la palabra se me antoja errónea para definir una enfermedad, suena como a un juego mecánico de parque infantil, ejemplo: “con alegría los niños disfrutaron de los columpios y el sarampión”

Charcutería: esta si que es una palabra que encajaría perfectamente como insulto, expresando actos de vulgaridad, por ejemplo: “don Anacleto dejó ver su flagrante charcutería ante la concurrencia”

Bueno, por ahora dejo aquí este breve ejercicio y continuaré preguntándome que carajos comeré mañana...me acosa la respuesta definitiva del coronel.

Camino a la seudointelectualidad

Enero 13 de 2007

Definir al intelectual es algo complicado, existen muchos campos del conocimiento en los cuales la palabra intelectualidad se aplica de modo exitoso y certero. Por otra parte, definir al seudointelectual es una tarea muchísimo más sencilla, más aún en un medio cultural tan pobre como el nuestro se puede decir que encontrar a los segundos es tarea más factible que a los primeros.

Las siguientes frases son tomadas de la vida real, producto de esa maldición que me persigue por andar con las orejas puestas todo el tiempo. Ya era hora de construir un vademécum con las frases que lo ayudarán a usted caro lector a descubrir de inmediato al seudointelectual:

-“No has escuchado a Les Luthiers?, es un grupo de ...eh...manes que cantan y hacen chistes....creo que vinieron al último festival del humor”

- “Memento es una película muy buena, trata de ...eh...es una chimbita!”

- “El otro día me vi una película de Jean Jermush” (léase Jim Jarmush, al menos creo que eso quiso decir este animal)

- “¿Viste la película “café y cigarrillos”?, bueno, trata de manes así de interesantes como nosotros que fuman y toman café”

- “Llevo mucho años conociendo todo acerca del mundo del comics”

- “Me leí el último libro de José Saramango...muy bueno ese Saramango”

- “Yo no leo libros, sólo me queda tiempo de leer revistas” (confesión increíble y salvaje de Julio Sánchez Cristo)

- “A mi me gustó mucho más Kill Bill 2 que Kill Bill 1, sobre todo cuando la vieja se encuentra con Kill Bill”

- “Me he leído toda la obra de García Márquez, pero el mejor libro de él es ese de la mansión de la Araucaima”

- “Tengo años de estudiar el cine japonés, no es sino que me preguntes de Wong Kar Wai y te digo que películas ha hecho”

- “Me bajé de Internet las obras completas de Guillermo Cabrera Infante, es mi escritor mexicano favorito”

Y hay muchas más de donde vienen estas, si usted aguza un poco el oído encontrará barbaridades iguales o peores que las citadas...en tales casos haga como yo, ríase para sus adentros y no se haga mala sangre, total, así usted se les acerque y les haga ver sus errores seguirán en las mismas, el seudointelectual está encumbrado en sí mismo y muy bien escoltado por una caterva de cretinos felices de escucharles sus baboserías...ese mundo es hermético e impenetrable...y en últimas intrascendente, así que uno no se pierde de nada.