Día 27 de Octubre de 2005
Todo tiempo pasado fue mejor, bueno o como dirían Les Luthiers, todo tiempo pasado fue anterior...en fin, lo importante es que a pesar de lo mucho que este Doctor añore la televisión de los ochentas y la gran variedad de programación que se transmitía, hay que reconocer que no todo era vino y rosas.
Me propongo aquí abrir brevemente el baúl de los recuerdos televisivos y develar los más notables desaciertos...aunque quizás esté abriendo más bien la caja de Pandora...solo espero que quienes recuerden tales programas no sufran de pesadillas esta noche.
Musidramas: insólita serie cuyo guión por capítulo remitía a un tema musical en especial...obviamente el resultado era fatídico pues quienes lo hacían nunca se dieron cuenta de que los temas musicales, en especial las baladas siempre dicen la misma mierda. Además contaba con la galería de actores más paupérrima del momento.
Te quiero pecas: Híbrido engendrado, parido o segregado por “dejémonos de vainas”, con la participación de la hija más fea de los Vargas (incluso peor que Ramoncito yagghhh!!) y un gringo haciendo el papel de gringo. Destaco únicamente la veracidad de la historia ya que está comprobado cien por ciento que los gringos vienen a nuestro país y se casan con el primer gurre que ven.
Las aventuras del profesor Yarumo: creo que este programa en su eterna transmisión hizo las delicias de agrónomos y zootecnistas, también era mirado con fruición por los campesinos en las laderas para descubrirse en el capítulo del cultivo de la yuca, o de la zanahoria. Este programa especializado en cultivos decayó con el auge del narcotráfico pues los productores decidieron que el programa se volvería monotemático.
El show de las estrellas: desde sus orígenes este adefesio ha mantenido el perfil de lo barato y lo mediocre, pero para los que no lo conocieron en sus orígenes debo decirles que ha mejorado...entonces imagínense como era!...quien no vio las presentaciones en estudio multicolor de Yuri, Raúl Santi, Emmanuel, Chayanne o Raphael no sabe la suerte que tiene.
Yurupari: uno de tantos programas culturales de la franja de la madrugada que se especializaba en hablar de las regiones más misérrimas del país y que jamás pudo cumplir el objetivo de que el gobierno de turno se enterara de lo que pasaba.
La familia Ingall: serie cuya virtud radicaba en mostrar paisajes y un sin fin de miembros de una tediosa familia campesina americana, su objetivo era claro, no mostrar nada interesante durante una hora.
Quiere cacao?: este es más reciente y su meta era reencauchar los concursos que Pacheco puso de moda en los ochentas, además de empelotar modelos con ese tinte morboso propio de los colombianos...con loro virtual incluido.
Debido a lo asqueante de este ejercicio prefiero dejarlo aquí, esperen próximamente una continuación de esta fatídica historia de la televisión colombiana.
No comments:
Post a Comment