Saturday, September 10, 2005

Por fin Sin City

Del 5 al 9 de Septiembre de 2005

Luego de una espera ardua y prolongada por fin pude ver Sin City y debo decir que me ha desilusionado profundamente...¡Mentiras!, ¡que película!, un acierto completo de este insólito creador Robert Rodríguez. Es por eso que esta semana la dedico completa al comentario de este film y para no tener que dividir la cosa lo publico en un solo blog pues toda la semana me he entregado a degustar paso a paso la estructura narrativa de la película. Y para que lo menos posible se quede en el tintero haré este análisis por partes, de acuerdo a cada una de las historias que se presentan.

Aquí no me propongo ser muy profundo pues corro el riesgo de contar más de lo que la película pudiera ofrecer a quien no la ha visto, solo espero que se me disculpe si algo queda deslizado, trataré de ser sutil en últimas como lo sería un elefante o un tanque...no puedo prometer más.


Una Dama Por La Que Mataría:

La historia de Marv es una de las más agresivas y salvajes en toda la historia de Sin City; quizás sea también la más contestataria si tenemos en cuenta la naturaleza religiosa de los villanos y la decadencia absoluta de los personajes envueltos en el tejido de la trama.

La opción de recrear la figura de Marv con el talento de Mickey Rourke es tal vez el más grande acierto de toda la película. Resulta sublime la encarnación que el actor logra de este asesino desalmado y monstruoso dándole todos los matices que lo convierten en un antihéroe por excelencia. Amén del estado físico que este veterano actor demuestra y que resulta envidiable...

La imponencia de la imagen y la reconstrucción fiel del cómic apoyados por esta capacidad absurda de actuar que posee Mickey enriquecen la trama y nos muestran un ambiente de irrealidad que no parece chocante, casi pudiéramos decir que gracias a esta historia podemos quedar cómodamente inmersos en el lenguaje fílmico propuesto y aceptar las reglas del juego entregadas por esta dupla perfecta Miller-Rodriguez.

La historia es en el fondo de amor y del verdadero que es lo más curioso. Es por ello que en el colmo de la paradoja el salvajismo de Marv revela la ternura de su corazón...y la lección que nos queda es que no conviene romperle el corazón a un asesino, sobre todo si resulta ser un gigante casi inmortal.

Ni que decir de la galería de actores en esta historia, Elijah Wood, siniestro y siempre silente, con esa expresión de maniquí que le hiela a uno la sangre, Rutger Hauer, uno de esos pesos pesados del cine que no ha tenido el merecido reconocimiento, pero que ya ha demostrado que posee los rasgos del villano perfecto para el cínec (Batman Begins, Smallville) y Carla Gugino que pese a sus desacertados papeles en Spy Kids, logra demostrar en cuerpo (¡y que cuerpo!) y alma que es perfecta en el género de cine negro como una femme fatale.

Esta primera historia demuestra lo que Rodríguez había argumentado en las entrevistas previas al estreno, Sin City fue concebida como una obra de respeto hacia el creador del cómic y en tal carácter las secuencias se ocupan únicamente de llenar los intersticios entre viñeta y viñeta. Las recreaciones de espacio y movimiento son tan fieles que prácticamente se pueden superponer las escenas del cómic sobre las de la pantalla, esto, debo decirlo, es un logro único si se tiene en cuenta que otras obras de Cínec han procurado adaptar los personajes o cambiarlos de contexto, pero esta es la primera vez en que un cómic es traslapado con guión incluido al lenguaje cinematográfico.

El triste final de Marv es tan solo la punta del iceberg en las historias de Sin City, pues aunque al final algunos personajes puedan alcanzar sus metas deben para ello sacrificar incluso sus vidas. Esta filosofía es uno de los ingredientes que han dado tanto valor a Sin City, la cruel verdad que muestra y la deconstrucción del cánon que tenemos como “final feliz”...a su manera cada protagonista encuentra la felicidad o la paz interior después de todo.



La Gran Matanza

Tuve un extenso y enriquecedor debate telefónico con la célebre Rana Berden antes de comentar esta historia, mi amiga me manifestó su incomodidad frente a la pobre actuación de dos coprotagonistas de este segundo relato, Benicio del Toro y esta niñita preciosa de ojos azules que sale en Gilmore girls y cuyo nombre se me escapa.

Debo disentir de este concepto al menos sobre Benicio, ya que si bien es cierto que su personaje es al principio soso e intrascendente y que adquiere peso al convertirse en algo así como la conciencia de Dwigth se debe a que la naturaleza del mismo cómic lo plantea de este modo. Este hecho hace de nuevo que esta película deba ser vista desde una mirada más Cínec que cualquier otra hasta ahora. Es un caso aparte en el que lo ideal sería leer el cómic antes de verla o viceversa y así tener claro el por qué de tal o cual actuación. En resumen, Benicio actúa tan flojo al principio porque es tan buen actor que puede fingir ser malo...¿qué paradoja no?

Esta segunda historia posee un componente que vale la pena resaltar y es que el protagonista representa a otro antihéroe muy diferente a Marv o a Hartigan. Entonces resulta clave subrayar que en el género de los antihéroes también hay subgéneros y los tres personajes (cuatro, si contamos al ejecutor, pero ya hablaré de él más adelante) representan algunos tipos de antihéroes, ya sea el salvaje e indómito, el desubicado galante y el viejo experimentado.

El hilo narrativo de Sin City da cuenta de su complejidad cuando nos muestra el entrecruzamiento de situaciones y personajes que debemos ir armando en la cabeza para poder entender este concepto de ciudad e ir desglosando la importancia de cada escenario. Aquí todo se centra en el poblado de las prostitutas del cual venía el amor de Marv. En esta historia el desubicado antihéroe (plasmado brillantemente por Clive Owen) lidia con el preludio de una guerra latente y su deber de detenerla.

De nuevo se observa la fuerza de la mujer en esta historia de la mano de Rosario Dawson y la contundente y perfecta recreación de Miho por parte de Devon Aoki que lo deja pensando a uno si el personaje de cómic no seria basado en la misma actriz.

La gran matanza tiene en si un desenlace algo flojo pero su mayor encanto radica en la riqueza visual que plasma en cada escena de acción y en la profundidad psicológica del héroe enfrentando unos sutiles golpes de esquizofrenia al estilo cómic.


El Bastardo Amarillo:

Dentro de la saga de Sin City esta ha sido una de las más completas y bien narradas historias. En cuanto a guión y construcción de los personajes es la más elaborada y rica en matices, pues nos muestra la otra cara de Sin City, la visión del policía que enfrenta un sistema corrupto. De las tres anteriores esta me ha parecido siempre la más realista.

Si bien es cierto que Bruce Willis luce demasiado bien para la fisonomía decadente de Hartigan, debo confesar que es una de sus mejores interpretaciones pues es absolutamente convincente como el tipo con experiencia que sabe hacer las cosas con calma y aguanta de todo lo que le avientan. Este tipo de antihéroe es más estoico que hombre de acción y me recuerda mucho la filosofía de Teodore Roosevelt: “Anda despacio y lleva siempre un palo grande”.

La historia de Hartigan es quizás la única que tiene el lapso de tiempo más largo y si uno analiza los momentos de contacto en la película se dará cuenta que es la primera en terminar; es decir que cuando Marv va a la granja y cuando Dwigth elimina a los matones de la mafia, Hartigan hace rato que ha hecho su mayor sacrificio por amor.

Ni que decir de la inclusión acertadísima de Michael Madsen como el compañero de Hartigan, solo un tipo con el cinismo a flor de piel podía encarnar a un personaje tan traicionero y simpático. No podemos odiarlo, es más, ni Hartigan puede pues este corrupto policía es tan real como cualquiera y que se puede hacer...tal vez no darle la espalda nunca sea la única opción.

Espero ser sutil y no dañarle la historia a los que aún no han visto Sin City; sin embargo es difícil no poder hablar de ella sin contar algunas cositas, por ejemplo que en esta última historia se recoge la totalidad de este primer capítulo de Sin City (¡si fanáticos, Rodríguez va a hacer la dos!) pues se nos plantea la totalidad de la corrupción y maldad del omnipresente apellido Roark en el bastardo amarillo, quizás uno de los más despreciables y asquerosos villanos en la historia del cómic (bueno, también está Billy Kincaid en Spawn, pero esa es otra historia). Y me refiero al arquetipo más bajo de la maldad, el del pedófilo asesino, uno de los más reales y pérfidos cuadros clínicos de nuestra sociedad.

La historia de Hartigan es la más conmovedora pues plantea la decisión sublime del autosacrificio en aras de defender y salvaguardar la vida del inocente, en este caso de una mujer que trata de huir de la contaminación de Sin City, la dulce Nancy interpretada muy acertadamente por Jessica Alba.

Quizás el único punto que me dejara insatisfecho haya sido la edición que hicieron de los dos asesinos intelectualoides Shlubb y Klump, pues debo decirles que sus diálogos enredados son de lo más hilarante que Sin City propone y refrescan la dureza de la historia con ese matiz de absurdo que Frank Miller siempre ha manejado en su narrativa, de ahí que decida pegar aquí un ejemplo en dos páginas que espero logre dar cuenta de la dimensión de lo gracioso de estos dos personajes.


Y es que la crítica que hasta ahora he podido leer viene dada a la longitud de los diálogos y monólogos en la película, pero les digo a quienes les haya cansado esto, resulta que recrear esta historia tan fielmente requiere la inclusión de cada frase, nada se dice al azar e incluso algunos discursos se han perdido...en el cómic siempre se habla más y Miller no escatima gastos en poner toda su filosofía de vida en boca de sus personajes. Así que no se quejen que pudo ser peor y quizás eso haga de este un film tan exigente que no se puede dejar pasar en una sola vista mientras se comen crispetas...tenemos aquí un producto de Cínec de antología que debe ser mirado y remirado con el alivio de que siempre se encontrarán cosas nuevas.

Como último detalle debo citar esa genial historia corta del ejecutor de la mafia, la historia que abre y cierra este capítulo. Creo que este viene a ser el tipo de antihéroe que falta pues es el más complejo. Hace su trabajo como un gentleman pero es un muy feo oficio; sin embargo por alguna razón nos cae bien ya que es algo así como un ángel de la muerte que da lo que se merece a cada quien. De ahí esa hermosa frase que da inicio a esta maravilla cinematográfica:

“No se de qué huías ni de que esperabas que te cuidara, pero ya no importa, te amaré para siempre y cobraré tu cheque en la mañana”.

4 comments:

Rana Berden said...

Excelente película, dolorosa, delirante, alucinante. Cínec puro y duro.
Sigo convencida a pesar de tu elegante intento argumentativo de la pobreza de la actuación de Benicio del Toro, que si bien encanta en la escena del carro con Dwight que reseñas, no logra dar más de lo bajo de lo bajo (como con Terry Gilliam en Gas, Food and Loathing in Vegas).
La niña esta se llama Alexis Bledel, pero bien podrías llamarle Milk Fly por lo desacomodada que luce en la cinta.

Dr. Sareto said...

Pues mi querida y enigmatica Rocket, creo que estas historias fueron escogidas por su similitud en cuanto a lo que acertadamente has elucidado...los amores imposibles son una constante en estos tres episodios.

De Sin City queda mucho para decir y creo que son 8 o 7 historias màs las que faltan por contar. Un saludo, y de nuevo te pido el favor que pongas tu blog para poder visitarlo

Dr. Sareto said...

gracias rocekt, me gustaria seguir en contacto contigo, mi correo es tyrannus01@latinmail.com

Dr. Sareto said...

he tratado de escribirte y no me reconoce tu correo, dime si esta bien como me lo mandaste