Friday, September 23, 2005

Quejas del Doc

Día 23 de Septiembre de 2005

De nuevo el Doctor se pone la camiseta de la denuncia para sacar a relucir la visión miope que se sigue teniendo acerca del arte del cómic. De entrada quiero dejar claro que hace ya bastante tiempo el cómic dejó de ser un producto simple del mass-media y pasó a convertirse en una propuesta artística que se consolida día a día...bueno, al menos eso ocurre fuera de este país, pues aquí seguimos empantanados en la búsqueda de un estilo propio.

Quienes ejercen el arte del desocupe pueden tomarse la molestia (y de eso tiene bastante) de ojear la última edición de la revista Rolling Stone en español y encontrarse con otra de estas propuestas ligeras, banales y ridículas que supuestamente pretenden ser cómic.

En Bogotá se cocinan muchas cosas, y entre ellas tenemos al circulo vicioso (o viciado) de los figurines que se las dan de exponentes duros del cómic nacional...bueno, el intento ya es algo plausible, lo que revienta es la pedantería esgrimida a la hora de exponer sus intentonas de producir verdadero cómic.

En esta revista aparece un cómic realizado por la banda de música industrial llamada Kogí k-utto...algún veterano recordará que este era el nombre del protagonista de Mazinger Z, y a partir de aquí se puede esperar de todo por parte de estos personajes menos la originalidad.

Como no soy el Doctor Music no me detendré a analizar las pretensiones de la música industrial, género que se me torna monótono y tedioso de escuchar. Mi crítica va dirigida a la propuesta de cómic que aparece en la revista...que se puede decir de una serie de fotomontajes hechos a la carrera con dibujos plagiados de un estilo impuesto por la Dark Horse Cómics en su serie “Aliens” y ni que decir de uno que otro mansillaje al estilo de Alex Ross? (cuando se cansarán estos mequetrefes de dejarlo en paz?)

La historia propuesta es otro cuento, creo que este guión fue elaborado por un bebé de meses que ha visto demasiadas películas baratas de ficción...¿qué se pretende con esto?, bueno, al final de esta tediosa, vulgar y pobre propuesta aparecen los nombres de los almacenes patrocinadores de las pintas que luce la protagonista del patoso relato. Entonces queda claro el objetivo...merchandising como sea...esa es la meta entonces de estas “superpropuestas del cómic” (palabras textuales de la directora de esta revista, una gomela insoportable que tuve la desgracia de oír hace días)

Debo reconocer que como buen positivista que soy (aunque no lo crean) esperaba que la plaza bogotana estuviera ya lanzando verdaderas obras de arte del cómic pues se supone que allí vive la gente más “dura”...o al menos eso es lo que nos han hecho creer con toda esa parafernalia. Espero ya con el ánimo caído un resurgir de figuras que tenían algo que contar y palsmar y que se lucieon en la época de la revista Acme, quizás nuestra más arriesgada e interesante propuesta...¿pero que fue de estos personajes?

Últimamente he llegado a ver trabajos de ellos como ilustradores de la revista el Malpensante y pare de contar...ah!, se me olvidaba cierta página web de supuestos duros del cómic que me enviaron hace rato y la cual me empujó a escribir un artículo más decente de Alex Ross dada la pobreza que observé en estos “duros” bogotanos. De nuevo omitiré el nombre de esta página y de sus realizadores...no creo que valga la pena tan siquiera, para eso prefiero arriesgarme con el gusano electrónico de Padres e hijos, al menos con ellos me río.

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