Saturday, March 28, 2009

Daniel Craig, con licencia para ATARBÁN


28 de marzo de 2009

El siguiente comentario se origina a partir de una serie de opiniones que he logrado leer acerca del nuevo James Bond. Comentarios encontrados si se quiere pero que dejan en mí una honda decepción...parece ser que se ha cumplido el horroroso sino de la decadencia que temí cobijaría tarde o temprano al 007.

Pero no quiero ahondar en las características físicas y actorales que hacen de este insufrible matón el peor Bond jamás concebido, voy a intentar algo aún más desagradable, trataré de llegar al intríngulis que define esta atropellada carrera hacia el mal gusto y la chabacanería que ha emprendido el grueso de la humanidad.

De lo que he leído me queda la contundente afirmación de que ninguno de los que escriben han ojeado siquiera una novela de Ian Fleming...es más, dudo que algunos de ellos sepan siquiera quien es Ian Fleming...y en los casos más graves llego a sospechar que desconocen la palabra “novela”. Este argumento se apoya en la ligereza suprema de conectar la fatídica “Casino Royale” con el libro original, del cual solo mantiene dos cosas: el juego de cartas y la tortura de pelotas.

Está también el asunto de machacar con que este Bond es más humano...y yo me pregunto si la cara pétrea, carente de gracia, la mirada seca y la jeta de hampón de este señor tendrán algo de humano. Dicen los defensores que este Bond se ensucia más y ahí estoy totalmente de acuerdo, este Bond no solo se ensucia sino que es un asco en si mismo, guache, ramplón y definitivamente forjado de acuerdo con los cánones actuales del héroe de cinta de acción para adolescentes fronterizos...

“Momento de consuelo”, que así traduce esta última barrabasada fílmica (cosa que a todos los faranduleros de acá les quedó enorme traducir), no es ni eso, es un desconsuelo absoluto, la confirmación de que Bond está hibernando en alguna parte y mientras tanto ha llegado un aparecido para acomodarse el smoking con toda la torpeza posible, con la complacencia de un público que carece de memoria y se traga por completo cuanta porquería les ponen por delante con tal de sentirse en esta honda “postmoderna” de supuestos cambios refrescantes, que no son ni lo uno ni lo otro...es pura, simple y llana decadencia, es involución.

Es por eso que estas dos fatales películas de Craig solo pueden ser catalogadas como “cintas de acción”, otras más del montón, porque incluirlas en la saga Bond resulta chocante y ofensivo...porque no nos llamemos a engaños, es vox populi que este señor Craig se enmozó con una Bróccoli para quedarse a empeñones con el papel y así tratar de salir del atolladero en el que estaba su ya lánguida carrera actoral.

Sobra decir que este servidor se abstendrá de asistir a cualquier secuela de estas descartables películas y también cabe añadir que ni siquiera me tomé la molestia de asistir a la segunda...¿para qué?, si con Casino Royale y los cortos tuve suficiente...bueno también tuve suficiente con escuchar esa puerca banda sonora donde Alicia Keys hace el ridículo junto a un payasete peludo y rasga guitarra cuyo nombre prefiero no recordar.
Después de estas dulces palabras pues solo queda sentarme a esperar los denuestos de quienes se han tragado con zapatos y todo a este atarbán...pero como es costumbre en quien escribe...lo dicho dicho está y tuve la tranquilidad de sacudírmelo por fin.

1 comment:

LA SUCURSAL DEL CIELO said...

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Saludos