Saturday, October 08, 2005

Manual parte dos

Día 08 de Octubre de 2005

Debido al éxito arrollador de la publicación del Manual de Supervivencia Universitaria (dos comentarios que no eran propagandas Yupiiii!!), el doctor presenta a continuación el segundo capítulo de esta entrega que espero siga siendo estimulada.

CAPÍTULO 2

PRIMERAS VACACIONES

Si usted ha sobrevivido sin mayores tropiezos el primer semestre tenga en cuenta que las vacaciones que se avecinan pueden ser las últimas que usted disfrute a plenitud, el sadismo de algunos profesores no conoce límites y menos todavía conoce la palabra “descanso”.

Trate de hacer todo lo que no ha hecho hasta ahora, de ver lo que no ha visto, de...en fin, gócese este momento como un condenado a muerte se goza su último día (bueno, si es que alguno lo hace). No se le ocurra tocar un solo libro, ya tendrá tiempo de cogerles asco durante el resto de su carrera.

Si su campo de estudios se centra en los números no mire una calculadora ni por equivocación y deléitese con las cosas mundanas mientras pueda antes que el cálculo y la estadística analítica le amarguen la vida durante largos semestres.

Si su carrera se concentra en las lecturas extenuantes aproveche y léase lo que más le gusta ahora que es tiempo y todavía no desarrolla la “grafolofobia” que padecerá más adelante por tanta copia con letra minúscula que le obligarán a leer.

Si lo suyo son las artes entonces usted está perdido pues lo que más le gusta hacer lo tendrá que masticar y digerir por el resto de su carrera y quizás de su vida (pocos logran sobrevivir al asesinato de la inspiración y la creatividad que se desarrolla en las aulas, y usted no espere ser la excepción).

Por otra parte, existen carreras que son más liberales, como las humanistas; pero ¡cuidado!, son lobos con piel de oveja y no se sorprenda el día de mañana barbado y encapuchado retando a una tanqueta blindada de la policía con una botella de gasolina en la mano.

Relaje su mente y su espíritu, procure que su yo interior esté preparado para el siguiente semestre, haga ejercicios respiratorios en las mañanas, respire aire puro, haga Tai-chi y no olvide emborracharse cada viernes en su bar de confianza.


EL SÍNDROME POST-PRIMÍPARO

Algunos estudiantes no suelen ser muy afortunados en su primer semestre y para el segundo ya los espera una mano de trabajos o de parciales atrasados, si usted se encuentra en este aprieto no olvide que su cuerpo es capaz de somatizar la angustia, ponga atención a los siguientes síntomas:

Cada vez que suena el teléfono viene a su mente la cara del más sapo del semestre con quien usted cometió la ligereza de hacerse en grupo para un trabajo.

Cuando suena el despertador usted se levanta presuroso a sacar la maleta y meter las copias para la clase. Cuando recuerda que está en vacaciones ya se encuentra sentado en el bus y por sobre su pantalón sobresalen sus vistosos calzoncillos.

Cuando por casualidad pasa cerca de la “U” le entran unas ganas incontenibles de gritar.

Se le caen las cosas de las manos cuando alguien pronuncia la palabra “copias”.

Sufre severa pérdida de cabello por rascarse tanto la cabeza faltando dos semanas para entrar.

Se come las uñas...de los pies.

Se deja la barba o el cabello largo a raíz de cierto afiche del “Ché” o de Mercedes Sosa que vio en la “U”

Le entra la manía de pegar un tablero en su cuarto y comenzar a escribir lo que va a hacer durante el día, así sea ir al baño.

Comienza a sentirse atraído por la música de Facundo Cabral, de los Beatles, de the Doors y no soporta que le mencionen a los “imperialistas yankies”

Se sorprende a sí mismo sacándole derivada a la lista del mercado.

Su estómago rechaza la comida decente y adquiere una nefanda preferencia por la comida que le sirven en la “U”

Sufre de pesadillas en las cuales usted se encuentra frente a un auditorio de mil personas recitando un pasaje de la Eneida vestido con un tutú rosado y una gorra con la leyenda “soy una güeva”.

Cuando está leyendo, viendo televisión o haciendo locha se sorprende pensando: “este tiempo lo debería aprovechar en repasar un poquito”.

Se le hace agua la boca cuando pasa frente a un almacén de artesanías y ve las mochilas colgadas, si usted es de plata, se le hace agua la boca por esos blue jeans de marca para estrenar en la “U”.

Comienza a interesarse por cosas que antes le tenían sin cuidado tales como: el problema del medio ambiente, la explosión demográfica, los poetas malditos, el marxismo, los fenómenos físicos, la relatividad del tiempo...en fin, el tipo de insulseses se deriva de la carrera escogida.

Se le acelera el pulso cada vez que alguien le dice que usted es afortunado por estar estudiando, cosa que otros no pueden hacer y que usted debe ser responsable...si esto se lo dicen sus padres comienza a sufrir de taquicardias.

Pasa todas sus vacaciones añorando las próximas vacaciones.

Cuando cierra los ojos lo primero que se le viene a la memoria es aquella bomba de agua que le estalló en la cara cuando iba para su primera clase y el coro de voces destempladas que le gritaba desde arriba: “uhhhh!, bobo, bobo, primíparo güevón!”

Si usted llega a sufrir alguno, varios o todos estos síntomas procure conseguir ayuda profesional. Existen muchos especialistas en el área, la mayoría están detrás de una barra o ponen música en su discoteca preferida, no dude en acudir a ellos en momentos de crisis.

Pero tenga cuidado con los excesos, no se exceda ni en el trago, ni en los cigarrillos, ni en las aventuras pasionales de a 15 mil el rato, y por sobre todo no abuse para nada del estudio en sus vacaciones, es lo más nocivo y perjudicial para su delicada salud.

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